7 Pero vino donde él un hombre de Dios que le dijo: «Oh rey, que no
salga contigo el ejército de Israel, porque Yahveh no está con Israel, ni con
ninguno de los efraimitas.
8 Si vienen contigo, tú te portarás esforzadamente en la batalla, pero
Dios te hará caer ante el enemigo, porque Dios tiene poder para ayudar y
para derribar.»
9 Respondió Amasías al hombre de Dios: «¿Y qué hacer con los cien
talentos que he dado a la tropa de Israel?» Contestó el hombre de
Dios:
«Tiene Yahveh poder para darte mucho más que eso.»
10 Y Amasías apartó los destacamentos que le habían venido de
Efraím, para que se volviesen a sus lugares. Ellos se irritaron mucho contra
Judá y se volvieron a sus casas ardiendo en cólera.
11 Amasías cobró ánimo y, tomando el mando de su pueblo, marchó
al valle de la Sal, y dio muerte a 10.000 hombres de los seiríes.